Haciendo un poquillo de historia sobre el turrón os contare que es un producto hecho a base de almendra y miel cuyo origen se remonta a muchos siglos atrás. Según he encontrado por las redes viene de la época griega cuando se preparaba una especie de pasta elaborada a base de frutos secos (principalmente almendra) y miel que servía como alimento para dar energía a los deportistas griegos que participaban en las olimpiadas. El turrón ya existía en la actual Jijona en el siglo XVI. Fueron los árabes los que introdujeron este dulce, y así lo recoge el Consejo Regulador de las indicaciones geográficas protegidas del Turrón de Jijona y de Alicante. Otra versión sobre el origen del turrón cuenta que surgió tras un concurso que hacían los árabes para encontrar un alimento nutritivo y energético que se conservara en buenas condiciones durante largo tiempo, y que se pudiera transportar facilmente por el ejercito sin peligro de intoxicación. Según el jijonenco, Fernando Galiano, quien dedicó mucho el tiempo al estudio del origen de este dulce, dice que turrón proviene de la palabra torrat, que era una mezcla de frutos secos y miel, que se cocían en el fuego para dar una masa cosistente y fácil de utilizar. El turrón blando es de Jijona, mientras que el turrón duro tiene su origen en Alicante. Para mi no puede haber navidad sin el turrón blando y el duro. El resto de turrones bajo mi punto de vista, son sucedáneos de estos. El dulce rey de estos días es el turrón, aunque haya cogido la fama de dulce antiguo y pasado de moda. Tanto praline, yema, chocolates, etc...para mi el turrón blando de almendra es mi preferido...así que soy una pasada de moda, jaja.





Ingredientes:

● 250 gr. almendra molida cruda
● 40 gr. miel de calidad.....he utilizado miel de brezo de Ciudad Real
● 1 clara de huevo
● ralladura de 1 limón....sin rallar lo blanco
● 1 cucharadita de canela molida
● 50 gr. azúcar

Vamos a la receta...



Si la almendra esta sin tostar la tostamos en una bandeja de horno, bien extendida, calor arriba y abajo a 180°C durante 5 minutos removiendo para que no se quemen.

Podéis comprarla molida o hacer como yo, que tenia almendra cruda, la he molido y después he tostado en el horno.

Sacamos y dejamos enfriar.

En un cazo ponemos al fuego la miel junto con el azúcar y removemos hasta que se disuelva el azúcar.



Quitamos el cazo del fuego y dejamos que enfríe un poquito.

Agregamos la clara y con una varillas manuales removemos con fuerza para que quede bien mezclado...fuera del fuego.



Añadimos la ralladura de limón y la canela molida y removemos.



Ahora ponemos la almendra molida y tostada ya enfriada.

Este momento es crucial ya que hay que echarle todas la fuerzas del mundo para remover(es una masa difícil)hasta conseguir que todo que muy bien mezclado.



Preparamos un molde(he utilizado un brick cortado) y lo forramos con papel de hornear.



Vertemos os la mezcla y extedemos y alisamos muy bien con la ayuda de una espátula.



Podemos meter en el frigorífico para que endurezca mas rápido.

Desmoldemos y ya solo queda disfrutarlo junto a un vinito dulce y un buen villacinco.