Por fin ha llegado la lluvia tan necesaria después de tanta sequía. Vamos a preparar unos pinchitos para la cena...pura proteína!!! adobados entre sus ingredientes con vinagre, orégano y ajo, y que están de miedo. El adobo aparece con la finalidad de conservar la carne durante más tiempo en la antigüedad. Los métodos para adobar dieron un empuje muy importante al a conservación de la carne en la Edad Media. Antiguamente el adobo y el curado de la carne se hacia en cubas e mármol, pero no es seguro si es una costumbre celta, romana o lombarda. El adobo se hacia anualmente cuando la matanza del cerdo para conservarlo durante los mese fríos de invierno. En la gastronomía árabe el adobo era la preparación de conservación principal. La carne que he utilizado es pavo, una carne baja en calorías y sanisima. Lo mejor es prepararl8 la noche anterior, aunque si vas con prisas puedes adobarlo unas 4 horas antes de ponerlos en la plancha.





Ingredientes:

● 500 gr. carne de pavo a trozos sin hueso
● 2 dientes de ajo
● 5 cucharadas orégano
● 3 cucharadas pimentón dulce
● vinagre de manzana
● aceite de oliva virgen extra
● sal
● palitos de madera de brocheta


Vamos a la receta...



Cortamos la carne de pavo en cuadritos.

En un mortero machacamos los 2 dientes de ajo pelados, el orégano y un poquito de sal.



Añadimos al majado el aceite, pimentón y el vinagre y removemos muy bien.

En una fuente o bol ponemos la carne y vertemos todo el majado......importante que cubra toda la carne.



Metemos en el frigorífico la noche anterior o si vas con prisas con 4 horas ya ha cogido el sabor.

Ponemos 4 o 5 trozos de carne en cada palito de brocheta.



Encendemos una plancha y cuando esté bien caliente colocamos los pinchitos y vamos cambiando de posición hasta que estén bien hechos por todos lados.

Qué buena pinta tiene esta cena, ¿verdad?.